Al igual que decenas de historiadores y arqueólogos, yo estoy apasionado con el tema de la tumba de Alejandro Magno, ¿dónde esta enterrada semejante reliquia que medio mundo ha buscado por 2,000 años?. Desgraciadamente en estos momentos de mi vida no tengo ni el tiempo, ni el equipo ni los recursos para embarcarme en la búsqueda de Alejandro.
Pero mientras, lo que si puedo ir haciendo, es recolectar toda la información posible sobre el tema y es justo lo que llevo al menos un año haciendo. Entre tanta información que he recolectado y leído, me he topado varias veces con el famoso Nemeseión, asi que decidí dedicarle un post.
El Nemeseión es el nombre con el que se conoce al templo dedicado a Némesis y que Julio César (según Apiano) construyó para enterrar ahí la cabeza decapitada de su enemigo y amigo Pompeyo y que supuestamente está construido en el lugar exacto donde Pompeyo fue asesinado.
El Nemeseión es citado en varios de los trabajos que les mencioné he recolectado porque todos los recuentos históricos que tenemos apuntan a que la tumba de Alejandro está en Alejandría., lugar donde Pompeyo fue asesinado por órdenes del rey Ptolomeo XIII. Por lo tanto, decenas de trabajos arqueológicos se han llevado a cabo en los cementerios y templos de la ciudad. De los lugares que se han encontrado, el más importante es tal vez la Tumba de Alabastro que cuando fue descubierta en 1907 por el arqueólogo italiano Evaristo Breccia, creyó que había dado con el Nemeseión, pero un compatriota suyo, Achille Adriani, lo sacó de su error.
Y efectivamente, Breccia estaba en un error. La Tumba de Alabastro no podía ser el Nemeseión puesto que éste fue destruido durante la segunda guerra Judeo-Romana, entre los años 115 y 117 a.D. cuando Lukuas, el líder de los judíos rebeldes, entró en Alejandría después de que los Romanos la abandonaron e incendió toda la ciudad.
Una de las confusiones más comunes es la que dice que la cabeza estaba enterrada en la Columna de Pompeyo, que se levanta en lo que queda del Sarapeión. Esta especulación surgió en la antigüedad cuando los viajeros comenzaron a especular sobre la tumba de Pompeyo y asignaron la Columna de Pompeyo como el lugar donde César había enterrado su cabeza. Esta idea siguió hasta la Edad Media cuando los Cruzados visitaban la columna con el mismo propósito, pero la realidad es que esa columna fue edificada para conmemorar la victoria de Publius sobre la rebelión de Aquileo, quien se había autoproclamado Emperador de Egipto durante el reinado del Diocleciano. Por lo tanto, César jamás vió la Columna de Pompeyo ya que ésta fue erigida tres siglos y medio después de su muerte, en el 291 a.D.
Hasta ahora no he encontrado ninguna descripción de como era el Nemeseión, he buscado un poco más sobre él pero las fuentes que lo mencionan son escasas asi que me temo que no puedo proporcionarles ninguna imágen. Lo que sí encontré fue un magnífico poema dedicado a Pompeyo y al Nemeseión, si dominan el inglés, aquí les dejo el link:
http://sannion.livejournal.com/tag/nemesis
En conclusión, el Nemeseión fue destruido durante el asalto de Alejandría, pero sin duda sería una reliquia invaluable si todavía existiera hoy. La guerra nos quitó ese pedazo de historia, pero seguimos buscando uno aún más grande y que confío en que encontraremos: la tumba de Alejandro Magno.
Pero mientras, lo que si puedo ir haciendo, es recolectar toda la información posible sobre el tema y es justo lo que llevo al menos un año haciendo. Entre tanta información que he recolectado y leído, me he topado varias veces con el famoso Nemeseión, asi que decidí dedicarle un post.
El Nemeseión es el nombre con el que se conoce al templo dedicado a Némesis y que Julio César (según Apiano) construyó para enterrar ahí la cabeza decapitada de su enemigo y amigo Pompeyo y que supuestamente está construido en el lugar exacto donde Pompeyo fue asesinado.
El Nemeseión es citado en varios de los trabajos que les mencioné he recolectado porque todos los recuentos históricos que tenemos apuntan a que la tumba de Alejandro está en Alejandría., lugar donde Pompeyo fue asesinado por órdenes del rey Ptolomeo XIII. Por lo tanto, decenas de trabajos arqueológicos se han llevado a cabo en los cementerios y templos de la ciudad. De los lugares que se han encontrado, el más importante es tal vez la Tumba de Alabastro que cuando fue descubierta en 1907 por el arqueólogo italiano Evaristo Breccia, creyó que había dado con el Nemeseión, pero un compatriota suyo, Achille Adriani, lo sacó de su error.
Y efectivamente, Breccia estaba en un error. La Tumba de Alabastro no podía ser el Nemeseión puesto que éste fue destruido durante la segunda guerra Judeo-Romana, entre los años 115 y 117 a.D. cuando Lukuas, el líder de los judíos rebeldes, entró en Alejandría después de que los Romanos la abandonaron e incendió toda la ciudad.
Una de las confusiones más comunes es la que dice que la cabeza estaba enterrada en la Columna de Pompeyo, que se levanta en lo que queda del Sarapeión. Esta especulación surgió en la antigüedad cuando los viajeros comenzaron a especular sobre la tumba de Pompeyo y asignaron la Columna de Pompeyo como el lugar donde César había enterrado su cabeza. Esta idea siguió hasta la Edad Media cuando los Cruzados visitaban la columna con el mismo propósito, pero la realidad es que esa columna fue edificada para conmemorar la victoria de Publius sobre la rebelión de Aquileo, quien se había autoproclamado Emperador de Egipto durante el reinado del Diocleciano. Por lo tanto, César jamás vió la Columna de Pompeyo ya que ésta fue erigida tres siglos y medio después de su muerte, en el 291 a.D.
Hasta ahora no he encontrado ninguna descripción de como era el Nemeseión, he buscado un poco más sobre él pero las fuentes que lo mencionan son escasas asi que me temo que no puedo proporcionarles ninguna imágen. Lo que sí encontré fue un magnífico poema dedicado a Pompeyo y al Nemeseión, si dominan el inglés, aquí les dejo el link:
http://sannion.livejournal.com/tag/nemesis
En conclusión, el Nemeseión fue destruido durante el asalto de Alejandría, pero sin duda sería una reliquia invaluable si todavía existiera hoy. La guerra nos quitó ese pedazo de historia, pero seguimos buscando uno aún más grande y que confío en que encontraremos: la tumba de Alejandro Magno.