domingo, 17 de agosto de 2008

Pilum - Una obra maestra

En algún post anterior hablé sobre el Gladius Hispaniensis, la mortífera espada corta de los legionarios Romanos que mató a mas hombres que todas las armas juntas de la Edad Media.

Ahora, en este post, hablaré sobre otra magnífica pieza del armamento de los legionarios Romanos: el Pilum.

El Pilum puede ser facilmente confundido con una lanza o javalina cualquiera ya que tiene una forma similar y se usa de la misma manera, pero no, el Pilum, es mucho, mucho más que eso, es una obra maestra de la ingeniería de la época.

Había dos tipos de pila (singular= pilum, plural= pila), el ligero y el pesado. El ligero tenía más alcance pero menos poder de impacto, mientras el pesado hacía un daño mortal. Lo que hace realmente magnífica esta arma es su funcionamiento.

El pilum es un arma que tiene una varilla de metal con una punta triangular para gran perforación, tiene un cuerpo de madera y lo que lo hace realmente especial es el remache que une ambas partes. Que hacía este remache?... maravillas. El pilum estaba diseñado para que al momento de hacer impacto, el remache se doblara y se rompiera, dejando la varilla de metal clavada en lo que por lo general eran escudos enemigos que se protegían de la lluvia de pila, dejando sus escudos inservibles. Y lo mejor de todo, la mayoría de los pila se podían reparar tras la batalla!

Así es como funcionaba:

Imaginemos este escenario. Estamos en tiempos de César, en su campaña en las Galias. Las formidables legiones van marchando y se topan con un ejército galo. Una vez formados ambos ejércitos, los galos se lanzan en desordenada estampida hacia los legionarios. Éstos, con una disciplina de hierro, avanzan despacio hacia el enemigo, parejos, en una sola línea que parece trazada con regla y donde nadie se adelanta. A unos 50 metros del enemigo, los legionarios comienzan a correr hacia el enemigo pero siguen manteniendo la línea en una carrera practicada cientos de veces para que nadie se adelante. Cuando están a 20 metros de la masa de galos que viene hacia ellos, los legionarios levantan su pilum ligero y lo lanzan hacia los enemigos; de pronto, una lluvia de pila ligeros cae sobre el ejército galo que inútilmente trata de cubrirse con sus escudos, causando así que se detenga el ímpetu de su carrera, dejando todos sus escudos inservibles y causando algunas bajas. Pero antes de que puedan darse cuenta de lo que está pasando, los legionarios a la distancia de 10 o 15 metros ya están lanzando ahora el pilum pesado. Los galos, ahora indefensos, caen muertos por decenas bajo el mortal impacto del pila pesado. Como si no fuera ya suficiente toda la confusión en las líneas galas, solo unos segundos después de ambas lluvias de pila, les llega una carga de legionarios que han desenvainado el mortal Gladius Hispaniensis y comienza el combate cuerpo a cuerpo donde los galos no tienen oportunidad alguna.

El ejercito galo, muy superior en número al Romano, es destrozado por completo mientras las legiones sufren bajas mínimas, y una vez más. "Roma invicta est"

martes, 12 de agosto de 2008

La Legión Perdida

Hace unos momentos estaba leyendo un artículo sobre la Batalla de Carrhae (53 a.C.), aquél épico enfrentamiento donde Craso fue vencido por las - para entonces desconocidas - tácticas de los Partos.

Al final del artículo me topé con la leyenda de la Legión Perdida de Craso, ya había escuchado de ella antes pero muy vagamente, por lo que ahora decidí meterme a fondo.

Brevemente les narraré de donde surge la leyenda. La Batalla de Carrhae terminó con la rendición de Craso ante los términos de Surena, el general Parto. Del total de efectivos romanos (alrededor de siete legiones mas auxiliares), 20.000 murieron en la batalla, incluidos Craso y su hijo Publio y otros 10,000 fueron capturados por los Partos. Y son esos 10.000 hombres los que según Plutarco y Plinio, llegaron hasta el lejano Oriente.



Según la leyenda, estos 10,000 prisioneros fueron enviados a la antigua Bactriana, donde la mayoría fueron esclavizados, pero otros fueron elegidos para seguir combatiendo a cambio de que se les perdonase la vida. Todo parece perderse cuando estos hombre fueron enviados a combatir a los Hunos en las proximidades del río Oxus; pero la Legión Perdida reapareció en las crónicas Chinas en el año 36 a.C.

En las crónicas históricas de la dinastía Han, se narra como durante la campaña que emprendió Gan Yanshou contra los nómadas xiongnu, antecesores de los Hunos, se topó con que los defensores de la ciudad de Zhizhi eran miembros de la Legión Perdida.

Se lee en dichas crónicas que en la batalla librada por esta ciudad se enfrentaron el ejército chino y un extraño contingente constituido por soldados veteranos, muy disciplinado y protegido en una fortaleza de madera de forma cuadricular que protegía el asentamiento. Se señala que éstos usaban fortificaciones de empalizadas rectangulares y que entraban en combate perfectamente organizados en la puerta de la ciudad, lo que encaja perfectamente con la formación de las legiones, en la que los infantes se protegen unos a otros formando con los escudos una especie de coraza. La ciudad de Zhizhi fue tomada finalmente y los 1,000 prisioneros extranjeros fueron deportados a China.

Algunos creen que los descendientes de este contingente fueron derrotados y arrasados en el siglo VIII por tropas tibetanas, que en aquel entonces eran mercenarios terribles, auténticos señores de la guerra, pero los estudios genéticos dan pie a pensar otras cosas.

En 2001 los diarios Los Angeles Times y L´Express sacaron a la luz unos datos que identificaban un poblado remoto como punto final de la aventura de los legionarios de Craso, demostrando importantes diferencias físicas entre los nativos de la zona y el resto de los chinos. Desde entonces, los análisis de ADN realizados por la Universidad de Lanzhou confirman que un 46% de los habitantes de Zhelaizhai - entre los que hay ciudadanos con ojos azules y verdes, pelos rizados y/o de color castaño y pelirrojo, y gente con narices aguileñas- mostraban una curiosa afinidad genética con poblaciones europeas.

Leyenda o verdad, las pruebas están ahí y los estudios de ADN no mienten. Queda en cada uno creer o no hasta que no se tengan pruebas irrefutables, pero quien llegaría a pensar, que 10,000 prisioneros de una de las más grandes derrotas de la República Romana llegarían hasta China, poderoso imperio que estuvo aislado del mundo durante dos milenios.

jueves, 7 de agosto de 2008

Citas


"Una tumba es ahora suficiente para aquél para quien el mundo entero no fue suficiente"