La siguiente es la mejor obra del pintor Lionel-Noel Royer y sin duda la mejor representación de la rendición de Vercingétorix ante César:
En la pintura hay algunas cosas que hay que interpretar, en primer lugar, en el fondo se distingue una ciudad en llamas, esa es Alesia, la capital donde Vercingétorix dió su última batalla, el verla en llamas representa la caída de dicha ciudad.
En segundo lugar, Vercingétorix está rodeado de las legiones de César, lo que obviamente representa al vencedor, y a ambos lados de la pintura hay dos hombre atados, que representan a los prisioneros.
Y finalmente, la imagen principal, Vercingétorix en su caballo avienta su espada al suelo justo frente a Julio César; por siglos ha sido así, dejar las armas frente al enemigo es el símbolo de la rendición. Y César, frente a Vercingétorix y rodeado por sus legiones y por los que muy probablemente sean los 6 tribunos de su legión, acepta la rendición y pone así fin a la famosa Guerra de las Galias.
En la pintura hay algunas cosas que hay que interpretar, en primer lugar, en el fondo se distingue una ciudad en llamas, esa es Alesia, la capital donde Vercingétorix dió su última batalla, el verla en llamas representa la caída de dicha ciudad.
En segundo lugar, Vercingétorix está rodeado de las legiones de César, lo que obviamente representa al vencedor, y a ambos lados de la pintura hay dos hombre atados, que representan a los prisioneros.
Y finalmente, la imagen principal, Vercingétorix en su caballo avienta su espada al suelo justo frente a Julio César; por siglos ha sido así, dejar las armas frente al enemigo es el símbolo de la rendición. Y César, frente a Vercingétorix y rodeado por sus legiones y por los que muy probablemente sean los 6 tribunos de su legión, acepta la rendición y pone así fin a la famosa Guerra de las Galias.
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