Hace un mes comencé una nueva etapa en mi vida, la universidad. Fue más difícil de lo que pensé. Los que me conocen ya lo saben y los que no, les cuento que mi deporte y mi pasión es el béisbol y decidí perseguir mi sueño y mi carrera aquí en Estados Unidos.
Llegúe el 26 de Agosto a la ciudad de Baltimore, en Maryland, alrededor de las 5 p.m., mi coach me recogió ahí y me trajo hasta la ciudad de Princess Anne, donde pasé la noche en casa de unos compañeros del equipo.
Fue una noche difícil, no tenía manera de llamarle a nadie, ni Internet para platicar con mis amigos y familia, estaba solo, asustado, lejos de casa y sabía que no regresaría pronto.
Extrañaba todo como nunca antes lo había hecho, lloré como un niño chiquito toda la noche y solo gracias a los recuerdos, cartas y regalos de mis amigos y familia pude sobrevivir la noche.
Al día siguiente, el coach me recogió a las 7:15 a.m. y me trajo al campus, University of Maryland Eastern Shore es el nombre de mi escuela. Comencé con los registros y el papeleo que me llevaron toda la tarde, tenía hambre y sueño, pero sobre todo sentí algo que nunca antes había sentido, sentí que no tenía nada, que estaba solo y que no había nadie que me pudiera ayudar.
Cuando todo terminó, llegué por fin a mi habitación, estaba fría y desordenada. Fue una noche igualmente difícil, empecé a desempacar y me consolé solo con mi música que afortunadamente pude traer. Esa noche tampoco tuve Internet y comencé a frustrarme, extrañaba todo como nunca antes lo había hecho.
Solo gracias al cansancio pude dormir rápidamente y al siguiente día tenía que seguir con más y más papeleo y registros y así fue durante toda la semana. Para el miércoles pude por fin conseguir un cable Ethernet para poderme conectar a Internet y fue un alivio poder hablar con mi familia y amigos, sentía como si hubieran pasado años y solo fueron tres días.
La primera semana fue muy difícil, había veces que me entraba el deseo de simplemente dejar todo y regresar a mi hogar, no se como explicarles bien lo que sentía, tendrían que experimentarlo y los que lo han hecho deben de saber lo difícil que es resistir y perseverar en estas situaciones. Hoy, un mes después de eso, me siento muy orgulloso de haberlo logrado, definitivamente lo que no mata te hace más fuerte.
La segunda semana fue mucho mejor, conocí a mis compañeros de equipo y comenzaron las clases, mi agenda se empezó a llenar asi que estaba ocupado una parte del día lo cual me servía de excelente distracción para no pensar en casa. Fue igualmente difícil ya que no conocía a nadie en todo el campus mas que al coach pero todos fueron tan amables y cordiales que de inmediato empecé a relacionarme con ellos.
Para la tercera semana ya tenía un amigo de República Dominicana y una amiga de Colombia, los entrenamientos oficiales empezaron y ahora estaba totalmente ocupado desde las 8 de la mañana hasta las 8 de la noche, llegaba a mi cuarto cansado todas las noches pero a la vez muy feliz; hacía alguno que otro pendiente y después pasaba horas platicando con mis amigos y mi familia para después tomar mi merecido sueño.
Hoy es ya un mes que llegué aquí y estoy muy contento, no ha sido fácil pero ya estoy más que acoplado y de aquí el único camino que hay es hacia adelante. Los entrenamientos están mucho más pesados de lo que imaginé pero me da tanto gusto porque eso solo significa progreso y mejora. Y por otro lado, lo que si me extrañó un poco fueron las clases, llevo seis clases que cubren 16 créditos para este semestre, y realmente no lo estoy sintiendo, no está nada pesada. En la Preparatoria UP no tenía ni un día de descanso, eran lecturas diarias, tres o cuatro exámenes semanales, prácticas, trabajos, ensayos, etc... aquí me siento como de regreso en secundaria. Profesor Padilla se que usted sea quizás el único que lea esto y de verdad que el trabajo que hacen todos los profesores en la UP es impecable, fueron tres años muy pesados pero de verdad que salimos preparados como pocos, felicidades a usted y a todos los demás magníficos profesores.
En fin, me quedan tres meses aquí antes de regresar a casa, ya solo cuento los días, pero yo de verdad los invito a todos los que tengan algún sueño u objetivo que quieran alcanzar, luchen por él. Soñar es fácil, alcanzarlo no tanto, pero son esas personas que tienen el valor de tomar el riesgo y dejar todo por perseguir algo las que finalmente lo logran y las que tienen el mayor mérito. Grandes éxitos exigen grandes sacrificios, pero la recompensa al final es invaluable; no piensen, solo actúen y hagan lo que sea necesario para alcanzar lo que quieren porque ahí es donde se ve el calibre de persona que uno es. Suerte a todos.
Llegúe el 26 de Agosto a la ciudad de Baltimore, en Maryland, alrededor de las 5 p.m., mi coach me recogió ahí y me trajo hasta la ciudad de Princess Anne, donde pasé la noche en casa de unos compañeros del equipo.
Fue una noche difícil, no tenía manera de llamarle a nadie, ni Internet para platicar con mis amigos y familia, estaba solo, asustado, lejos de casa y sabía que no regresaría pronto.
Extrañaba todo como nunca antes lo había hecho, lloré como un niño chiquito toda la noche y solo gracias a los recuerdos, cartas y regalos de mis amigos y familia pude sobrevivir la noche.
Al día siguiente, el coach me recogió a las 7:15 a.m. y me trajo al campus, University of Maryland Eastern Shore es el nombre de mi escuela. Comencé con los registros y el papeleo que me llevaron toda la tarde, tenía hambre y sueño, pero sobre todo sentí algo que nunca antes había sentido, sentí que no tenía nada, que estaba solo y que no había nadie que me pudiera ayudar.
Cuando todo terminó, llegué por fin a mi habitación, estaba fría y desordenada. Fue una noche igualmente difícil, empecé a desempacar y me consolé solo con mi música que afortunadamente pude traer. Esa noche tampoco tuve Internet y comencé a frustrarme, extrañaba todo como nunca antes lo había hecho.
Solo gracias al cansancio pude dormir rápidamente y al siguiente día tenía que seguir con más y más papeleo y registros y así fue durante toda la semana. Para el miércoles pude por fin conseguir un cable Ethernet para poderme conectar a Internet y fue un alivio poder hablar con mi familia y amigos, sentía como si hubieran pasado años y solo fueron tres días.
La primera semana fue muy difícil, había veces que me entraba el deseo de simplemente dejar todo y regresar a mi hogar, no se como explicarles bien lo que sentía, tendrían que experimentarlo y los que lo han hecho deben de saber lo difícil que es resistir y perseverar en estas situaciones. Hoy, un mes después de eso, me siento muy orgulloso de haberlo logrado, definitivamente lo que no mata te hace más fuerte.
La segunda semana fue mucho mejor, conocí a mis compañeros de equipo y comenzaron las clases, mi agenda se empezó a llenar asi que estaba ocupado una parte del día lo cual me servía de excelente distracción para no pensar en casa. Fue igualmente difícil ya que no conocía a nadie en todo el campus mas que al coach pero todos fueron tan amables y cordiales que de inmediato empecé a relacionarme con ellos.
Para la tercera semana ya tenía un amigo de República Dominicana y una amiga de Colombia, los entrenamientos oficiales empezaron y ahora estaba totalmente ocupado desde las 8 de la mañana hasta las 8 de la noche, llegaba a mi cuarto cansado todas las noches pero a la vez muy feliz; hacía alguno que otro pendiente y después pasaba horas platicando con mis amigos y mi familia para después tomar mi merecido sueño.
Hoy es ya un mes que llegué aquí y estoy muy contento, no ha sido fácil pero ya estoy más que acoplado y de aquí el único camino que hay es hacia adelante. Los entrenamientos están mucho más pesados de lo que imaginé pero me da tanto gusto porque eso solo significa progreso y mejora. Y por otro lado, lo que si me extrañó un poco fueron las clases, llevo seis clases que cubren 16 créditos para este semestre, y realmente no lo estoy sintiendo, no está nada pesada. En la Preparatoria UP no tenía ni un día de descanso, eran lecturas diarias, tres o cuatro exámenes semanales, prácticas, trabajos, ensayos, etc... aquí me siento como de regreso en secundaria. Profesor Padilla se que usted sea quizás el único que lea esto y de verdad que el trabajo que hacen todos los profesores en la UP es impecable, fueron tres años muy pesados pero de verdad que salimos preparados como pocos, felicidades a usted y a todos los demás magníficos profesores.
En fin, me quedan tres meses aquí antes de regresar a casa, ya solo cuento los días, pero yo de verdad los invito a todos los que tengan algún sueño u objetivo que quieran alcanzar, luchen por él. Soñar es fácil, alcanzarlo no tanto, pero son esas personas que tienen el valor de tomar el riesgo y dejar todo por perseguir algo las que finalmente lo logran y las que tienen el mayor mérito. Grandes éxitos exigen grandes sacrificios, pero la recompensa al final es invaluable; no piensen, solo actúen y hagan lo que sea necesario para alcanzar lo que quieren porque ahí es donde se ve el calibre de persona que uno es. Suerte a todos.