jueves, 19 de agosto de 2010

Los Húsares Alados

Si bien dicen que la guerra es horrible y que cualquier plaga o escoria es preferible a ella, yo les digo que la mera imagen de un Húsar Alado cargando es de las pocas excepciones que pueden hacer que la guerra sea muy bella. Si no me creen, véanlo ustedes mismos en otra de las magníficas obras de Mariusz Kozik:



Los Húsares Alados de Polonia son sin duda alguna mis unidades militares favoritas. Su vestimenta es simplemente una obra de arte que se vuelve irresistible cuando se mezcla con el heroismo romántico de una batalla. Y es que la historia de los Húsares Alados es una historia llena de grandes batallas, victorias heroicas y cargas épicas. Suena a historia de ciencia ficción, pero en realidad los Husaria, como también se les conoce, siempre combatieron a la hora de la verdad.

Por definición, un Húsar es una unidad de caballería ligera que se originó en Hungría alrededor del siglo XV a.D. Muchos autores opinan que los Húsares se originaron a partir de bandas de guerreros Serbios que cruzaron hacia Hungría después de la invasión Turca contra Serbia. Sin embargo, para mitad del siglo XVI en Polonia, los Húsares fueron transformados en caballería pesada y se convirtieron en la élite de todo el ejército Polaco-Lituano así como de Europa.

Los Húsares Alados estaban pesadamente armados. Su armamento consistía de una lanza llamada kopia, la cual era hueca para reducir su peso y ser más manejable. Estaba hecha de madera, con punta de hierro forjado y tenía una longitud de entre 4.5 y 6.15 metros de largo. Debajo de sus piernas izquierdas, los Húsares Alados llevaban una espada de estocada llamada koncerz; esta espada medía unos 1.6 metros de largo y se utilizaba como una lanza, para penetrar la armadura y no para cortar, de hecho, ni siquiera tenía filo en la hoja, solo una punta muy afilada para servir su propósito. Al lado izquierdo llevaban sus famosos sables, conocidos como szabla husarska, que eran sus armas de combate cuerpo a cuerpo. Al igual que muchas unidades de élite en la historia, como los Compañeros de Alejandro, los Húsares Alados llegaban a utilizar armas preferidas por sus individuos, asi como hachas, martillos y varios tipos de mazos. Añadido a sus armas, los Husaria también llevaban una o dos pistolas o carabinas que disparaban a corta distancia y antes de cargar con el objetivo de desorganizar las líneas frontales enemigas y hacer más devastadora la carga.

Su armadura consistía de un casco de origen Turco llamado szyszak, el cual tenía una protección para la nariz y la boca en forma de hoja. Esto le daba a los Húsares un aspecto aún mas intimidante, pues todo lo que se podía ver eran sus determinados ojos fijos en el objetivo. Como protección principal, contaban con una coraza de metal que les protegía el pecho y el cuello; así mismo, contaban con hombreras y protección para los ante-brazos. Utilizaban armadura para las rodillas, y debajo de sus muslos colocaban cotas de malla acolchonadas para darles comodidad. A pesar de estar sumamente protegidos, la armadura era bastante ligera; en conjunto, toda su armadura pesaba alrededor de unos 15 kg., lo que les permitía a los jinetes alcanzar velocidades bastante altas y hacer más efectiva la carga. Como toque exótico, los Húsares Alados solían llevar una piel de leopardo atada al cuerpo sobre su hombro izquierdo en forma de capa. El objetivo de ésta prenda era la de aterrorizar y confundir a los caballos enemigos, pues éstos le temen a esos animales salvajes a los que no están acostumbrados y captan la presencia de la piel del leopardo gracias a que su olfato es casi tan bueno como el de los perros.



Finalmente, tenemos la joya de la corona: las alas. Los Húsares Alados obtuvieron ese nombre debido a la práctica de utilizar un par de magníficas alas que les daban un aspecto aterrador; no solo los hacían parecer mucho más grandes de lo que en realidad eran, si no que además les daban la apariencia de feroces aves o águilas detrás de su presa. En un inicio, las alas estaban colocadas a los costados de los jinetes pero posteriormente fueron movidas hacia sus espaldas. Las alas estaban hechas sobre un marco de madera y las plumas eran comunmente de águila o de avestruz.



El propósito y uso de las alas ha sido muy estudiado y aún no es muy claro, sin embargo, hay muchas teorías sobre ellas. La primera y más antigua suguiere que las alas se anexaron para contrarrestar a los lanzadores de lazos Tátaros, quienes tendrían muchos problemas para atar a un Húsar Alado. Otra teoría muy común sugiere que las alas se anexaron ya que al cabalgar a altas velocidades, éstas producen un sonido muy fino y agudo que aterrorizaba a los caballos enemigos, quienes no estaban acostumbrados o entrenados para lidiar con eso. En viceversa, también se ha sugerido que las alas fueron anexadas para ensordecer a los propios caballos Polacos con el fin de nulificar los sonidos que hacían con instrumentos de madera los Otomanos y Tátaros.

Sin embargo, algunas de estas teorías fueron aparentemente descartadas en la década de 1970 durante el filme de la película "The Deluge", donde varias escenas que incluían cargas de Húsares Alados revelaron que las alas, al cabalgar a altas velocidades, desequilibraban al jinete al punto de casi tirarlo de la silla del caballo; así mismo, cuando las alas iban colocadas a los costados del jinete, frenaban el galope considerablemente cuando se iba a altas velocidades. Es por estas prácticas que se sugiere que las alas eran solo utilizadas durante ceremonias, marchas y eventos formales y nunca para la batalla.

Esta última conclusión es un poco difícil de digerir pues suena ilógico que los Húsares Alados hayan obtenido ese nombre y esa reputación solo por marchar en sus magníficas armaduras durante ceremonias y eventos importantes. Además, la gran mayoría de las obras de arte, tanto literarias como en pintura y tal vez musicales, representan a los Husaria portando sus alas en batalla. Dudo mucho que todos los artistas se hayan puesto de acuerdo a lo largo de los siglos para representarlos con alas si en realidad no eran usadas en batalla.



En cuanto a las tácticas de batalla, los Húsares Alados se adelantaron casi dos siglos al resto del mundo. La táctica que utilizaban se puede traducir como "ataque transversal". El gran general Ruso Aleksandr V. Suvorov desarrolló esta táctica para su ejército y es usualmente a quien se le da crédito por ella, pero como mencioné antes, los Polacos ya la utilizaban 200 años antes.

El "ataque transversal" se desarrolló como resultado de la necesidad. Durante la época de los piqueros y la pólvora, la caballería solía utilizar la táctica conocida como "caracolle", la cual consistía en cabalgar hacia el enemigo, entrar a rango de disparo, descargar las pistolas o carabinas y retirarse para recargar. Sin embargo, con el desarrollo de las formaciones que combinaban piqueros con mosqueteros, el "caracolle" se volvía inútil pues mientras los piqueros protegían a los mosqueteros de las cargas, éstos disparaban sus rifles y diezmaban a las compañías de caballería.

Como respuesta a ésto, los ingeniosos Polacos desarrollaron el "ataque transversal", el cual consistía en cargar de frente y a toda velocidad a través de las formaciones de mosqueteros y piqueros. Para lograr ésto sin ser masacrados por los piqueros, los Húsares Alados estaban armados con su larga kopia, esa lanza que les permitía golpear al piquero antes de que él alcanzara al jinete o a su caballo. Como resultado del impacto, los piqueros solían ser lanzados por los aires sobre los rangos traseros de la formación, lo cual aumentaba el desorden y el pánico y hacía más devastadora la carga.


La imagen es una pintura de la Batalla de Kircholm, peleada el 27 de Septiembre de 1605 entre los Polaco-Lituanos y los Suecos. Esta batalla es famosa por la decisiva carga de caballería pues ésta rompió con principios fundamentales de la estrategia militar. La pintura representa la carga de los Húsares Alados sobre la formación de piqueros Suecos. Utilizando la táctica de "ataque transversal", los Húsares Alados cargaron de frente y a todo galope contra ese muro de picas, algo que desde tiempo antiguos se ha considerado un ataque suicida. Pero gracias a su excelente táctica, armamento y disciplina, los Húsares Alados lograron penetrar la formación de piqueros y borrarla de la faz de la Tierra; un logro asombroso sin duda alguna.




La imagen que ven aquí arriba pertenece a la Batalla de Vienna, que tomó lugar el 11 de Semptiembre de 1683. Bajo el mando del rey Jan Sobieski III, 3,000 Húsares Alados cargaron a todo galope contra unos 200,000 Turcos Otomanos que estaban sitiando al ejército del Sacro Imperio Romano Germánico dentro de la ciudad de Vienna. La carga fue tan poderosa y devastadora que el ejército Otomano fue empujado hasta su bagaje de provisiones, como se ve en la imagen; unos momentos después, los Otomanos huyeron. La carga que los Húsares Alados hicieron ese día está considerada como una de las más grandes y épicas de la historia; pusieron en retirada a una fuerza casi 70 veces más grande y salvaron a la Europa Cristiana de la dominación Musulmana.

Finalmente, les quiero compartir un texto bastante famoso que narra detalladamente lo último que miles de Suecos, Cosacos y Turcos vieron:

"Mientras tu ejército está en formación de batalla, escaneas las líneas enemigas a través del campo. Jinetes en capas color carmesí comienzan su avance hacia tí, lento al principio, guardando la fuerza de sus caballos para los últimos momentos de la carga. A medida que el aproximado ejército gana velocidad, tus propios caballos se vuelven inquietos y un extraño silbido rugiente crece en el aire sobre el golpeteo de las herraduras. Tu estómago se contrae y un sudor frío te recorre. Montados en caballos, a 16 o 17 manos de altura, los aproximados jinetes parecen aún más gigantescos cuando ves imponentes alas de plumas de águila arquearse sobre sus cabezas de metal. Sobre los disciplinados rangos de poderosas figuras de hierro, aletean enormes estandartes mostrando imágenes de un águila blanca sobre un campo de sangre rojo y otros mostrando al Arcángel alado, Miguel. Fantásticas capas y ropas de lobo, tigre y pieles de leopardo hondean al rededor de cada soldado mientras continuan su ominoso ataque. Mientras comienzas tu contra-ataque, los caballeros galopantes bajan sus lanzas cubiertas en hojas de oro con fluyentes pendones para el impacto final. Te prometes a tí mismo que si sobrevives este día, nunca olvidarás tu encuentro con los Húsares Alados de Polonia"